Mariana Marchesano con Adriana Belbussi, Juan Miguel Ibarlucea,

Nicolás Parrillo y Paola Pilatti

Uruguay

Viernes 17 de Diciembre de 2021 / 18:00hs

CAMPO
Entrada Gratuita

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Armar un fuego a sabiendas de la lluvia

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Un refugio con la potencia de volverse hoguera.

 

El gesto: componer un territorio móvil, una enramada -espacio de supervivencia común- encantamiento que se habita, se dispersa y se enciende.

 

Armar un fuego a sabiendas de la lluvia es una acción inútil, pero también una acción henchida de futuro.

 

Trabajamos juntxs desde hace ya tiempo. Nos gusta imaginar dispositivos perceptuales y reflexivos para paisajes ambivalentes. En Paraíso páramo nos preguntamos sobre la utopía, lo natural y el vivir juntxs. En la intemperie artificial de Turbonada ensayamos un conjuro ficticio para lidiar con el advenimiento de la distopía. En 2020 arribamos a Atlas para existir, un ejercicio de supervivencia y memoria que terminaba con la invitación a encender algo. 

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Nos movemos por intuición. El hacer colectivo nos interpela. Hay cosas que persisten: las ramas, algunxs performers, ciertas imágenes prospectivas. 

 

Lo que hacemos es inútil, lxs artistas somos inútiles, el arte es inútil y en estos tiempos lo inútil rápidamente se convierte en desecho, lo incierto da miedo, la idea de futuro da miedo, el pasado da miedo, da miedo no poder, da miedo envejecer, da miedo acostumbarse a la muerte, da miedo que las cosas se vayan (más) a la mierda, da miedo volverse algo que no deseamos ser, el miedo hace temblar, aprieta la garganta con una fuerza sobrenatural, oprime, estruja; el miedo es real y también una construcción infame que nos paraliza y nos distancia, una microdosis de miedo -miedo de montaña rusa y de tren fantasma- está bien, pero no es lo mismo la adrenalina del susto autoprovocado que el miedo al hambre, a la calle, al golpe, al encierro. El miedo está ahí, sobrevuela, pero se disipa -o al menos se tolera un poco más- si hay un otrx, si se transforma en acción común.

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